Newsletter
Sobre el autor
Las proteínas alternativas se definen como alternativas a la proteína animal de origen vegetal u obtenidas a partir de nuevas tecnologías alimentarias tales como productos alimenticios elaborados a partir de plantas, hongos (hongos), océanos, insectos e incluso carne cultivada en laboratorio. En este artículo discutiremos si las Proteínas Alternativas pueden aportar dietas sostenibles y saludables.
La necesidad de cambiar nuestra dieta
Los productos de origen animal (p. ej., carne, pescado, productos lácteos) actualmente se encuentran presentes y son muy importantes en nuestra dieta actual, ya que son una fuente importante de proteínas y vitaminas. Sin embargo, según estimaciones a medio-largo plazo, la población mundial se espera que alcance los 9.100 millones de personas en 2050 [1] , y consecuentemente se estima que la producción mundial de carne se duplique para esta fecha.
Además, existen algunos problemas ambientales asociados a la generación de productos de origen animal tales como las emisiones de efecto invernadero (20% de las emisiones GEI a nivel global [2]), la degradación de la tierra (aproximadamente el 44% la degradación de tierras proviene de esta causa), excesivo consumo de agua y generación de grandes cantidades de emisiones de metano (35-40% de las emisiones mundiales de metano ). Además, el alto consumo de algunos productos de origen animal, como la carne roja, se ha asociado con mayores riesgos enfermedades cardiovasculares . Además, la ganadería se ha identificado como una causa habitual de transmisión de enfermedades infecciosas, especialmente en los países en desarrollo.
Por estos motivos, satisfacer la progresiva demanda de alimentos para alimentar a la creciente población con los actuales sistemas basados en animales aumentaría aún más los problemas ambientales a los que nos enfrentamos en la actualidad. Por lo tanto, resulta necesario buscar fuentes de proteína alternativa con el fin de garantizar la disponibilidad de alimentos, la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria a largo plazo.
Ventajas sostenibles de las proteínas alternativas
-
Reducción de las emisiones GEI:
las proteínas alternativas tienen una huella de carbono más reducida ya que no requieren de criar ganado ni de crecer cultivos para la alimentación animal. Se estima que si las proteínas alternativas alcanzasen la mitad del mercado mundial de proteínas, incluidos los lácteos, mitigarían 5 gigatoneladas de CO2 eq al año [3].
-
Eficiencia hídrica:
gracias al desarrollo de proteínas alternativas, se podría alcanzar una reducción e el consumo de agua de entre el 66 % -99 % ya que las proteínas alternativas no necesitan de criar ganado con el consumo de agua asociado (por ejemplo, producir 1 kg de carne de vacuno consume 15. 415 L de agua [4]).
- Eficiencia de uso de la tierra: gracias al uso directo de los recursos por parte de las proteínas alternativas, se requiere una proporción mucho menor del uso de la tierra y no se requiere espacio para criar ganado ni cultivos para la alimentación animal.
- Reducción de la contaminación del aire y del agua: gracias ano generación de emisiones de metano y desechos animales se podría conseguir una mejora significativa en la contaminación del aire y del agua.
- Seguridad alimentaria: al reducir el contacto directo con los animales, las proteínas alternativas reducen drásticamente los riesgos de aparición y exposición a enfermedades zoonóticas [5].
A continuación, se muestran algunos ejemplos de ventajas de las proteínas alternativas frente a productos convencionales de origen animal:
Sobre el proyecto LIKE-A-PRO
El proyecto LIKE-A-PRO (No. 101083961), financiado por la Unión Europea bajo el tema “HORIZON-CL6-2022-FARM2FORK-01-07”, tiene como objetivo facilitar dietas sostenibles y saludables cambiando proteínas y productos alternativos prometedores de nicho incorporar 7 fuentes de proteínas alternativas prometedoras.
El proyecto reúne a 41 socios, representantes clave de la cadena de valor de las proteínas alternativas (productores de proteínas, desarrolladores de ingredientes y productos, centros culinarios y clusters alimentarios), científicos y expertos en mercado y comunicación en un consorcio transdisciplinario de 17 países, coordinado por el centro tecnológico CNTA.