Descripción del proyecto

Muchos productos frescos (frutas, verduras, lácteos, carnes, productos congelados…) y farmacéuticos requieren refrigeración continua durante su transporte para garantizar su seguridad y calidad, así como para preservar duración. Por tanto, estos productos son transportados mediante cadenas de frío en las cuales es de máxima importancia mantener los productos en un rango de temperaturas específicas.

Ciertamente, cada año un 9% del total de la producción se pierde debido a una mala gestión de la cadena de frío en el transporte, lo cual causa pérdidas de hasta 6.300 millones de euros al año. Concretamente, en el sector farmacéutico, las rupturas de la cadena de frío provocan un 20% de pérdidas en productos sensibles a la temperatura, lo cual se traduce en pérdidas de hasta 35.000 millones de euros.

Las soluciones comerciales disponibles para la monitorización de la cadena de frío abarcan desde indicadores sencillos que, a través de cambios de color, informan de si un producto ha sido expuesto a temperaturas demasiado altas y por tanto ha de ser descartado, hasta una amplia variedad de dispositivos de recopilación de datos. Estos últimos pueden proporcionar información con mayor o menor grado de análisis e incluir o no conectividad en red. En conjunto, estas soluciones están enfocadas a asegurar que el sistema de refrigerado cumpla con la normativa vigente al final de la cadena de frío, pero no proporcionan datos en tiempo real ni suelen ofrecer mucha información analizada que ayude a evitar posibles incidencias.

COOL-SENS busca ofrecer una solución a estas limitaciones y proteger los envíos de productos sensibles a la temperatura. Por medio de un servicio completo basado en un modelo de «pago por uso», y gracias a el poder de la tecnología IoT y la inteligencia artificial, COOL-SENS proporciona un servicio personalizado de monitorización y seguimiento que garantiza la completa transparencia a lo largo de la cadena de frío.